Los números irracionales son conocidos desde la
Antigüedad clásica. Euclides demostró por reducción al absurdo que la raíz
cuadrada de 2 no se podía escribir en forma de fracción a/b, fueran cuales
fueran los valores enteros de a y b.
Para ello planteó como hipótesis que dicha fracción existiera
con el objetivo de hallar las contradicciones. Así pues, se presenta la primera
igualdad:
√2 = a /
b
A continuación se elevan ambos miembros al cuadrado:
2 = a2 / b2
Y luego se reordena la igualdad quitando la fracción:
2b2 = a2
Con esta forma de la ecuación ya se pueden utilizar
algunos razonamientos que permitirán acercarse a la contradicción. En primer
lugar una obviedad: cualquier número multiplicado por 2 es par. En segundo
lugar: si el cuadrado de un número es par, entonces el propio número también es
par.
Siguiendo estos razonamientos y aplicándolos sobre la
igualdad anterior se puede deducir que:
a2 es par
a
es par
Por
tanto, sabiendo que a es un número par entonces se puede escribir como:
a
= 2c
Y sustituyendo en la anterior igualdad se obtiene:
2b2 = (2c)2 = 4c2
Dividiendo por 2 a ambos lados de la igualdad:
b2
= 2c2
Con lo que resulta una igualdad de aspecto similar a la
que se había obtenido anteriormente, pero cambiando a por b y b por c. Por
tanto, se puede utilizar el mismo argumento para decir que, en este caso, b es
un número par. Si b es par entonces puede escribirse:
b = 2d
Y volviendo al principio:
√2 = a / b = 2c / 2d
Simplificando la fracción 2c/2d se obtiene:
√2 = c / d
El resultado indica que c/d sería una fracción más simple
que a/b, y eso no es contradictorio en sí mismo, pero lo cierto es que nada
impide que sobre la nueva igualdad se pueda hacer el mismo proceso para obtener
una nueva fracción e/f, y luego una g/h, y así hasta el infinito.
¿Qué está ocurriendo? Ya se ha llegado a la contradicción.
Una fracción puede simplificarse pero nunca indefinidamente, siempre hay un
momento en el que el numerador y el denominador dejan de tener factores en
común, momento en el que se tiene la fracción más simple posible o irreducible.
Si se tomara, por ejemplo, la fracción 15/30, se podría
simplificar primero como 3/6 (dividiendo el numerador y el denominador por 5),
y luego como 1/2 (dividiendo el numerador y el denominador por 3). Sin embargo, la fracción 1/2 es ya irreducible. El proceso de simplificación nunca es
infinito.
El resultado obtenido al suponer que √2 puede expresarse
como una fracción es un absurdo, pues significaría que dicha fracción no tiene
una forma simple e irreducible, lo cual es imposible.
La conclusión es que la raíz cuadrada de 2 no se puede
expresar como una fracción. Es irracional.
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