Milyutin y la ciudad lineal socialista / La influencia de la Ciudad Lineal de Arturo Soria (II)



            Tras la caída del régimen zarista como consecuencia de los acontecimientos de la Revolución rusa y la instauración del régimen soviético, el ideario socialista se convirtió en la referencia para todas las actividades de la Rusia de principios del siglo XX. A raíz del cambio político surgió un periodo de fuerte experimentación y reorganización que afectó tanto a la industria como a las artes y muy particularmente a la arquitectura.
Nikolay Alexandrovich Milyutin, que había sido activista sindical y había participado en la Revolución de Octubre, fue parte de ese movimiento que impregnaba del ideario socialista toda la actividad creativa y productiva del país, siendo hoy día conocido por sus aportaciones en el campo del urbanismo y la arquitectura. Aunque no había podido acceder formalmente a la universidad para estudiar arquitectura sí recibió clases de carácter técnico y artístico en instituciones que ofrecían formación gratuita, la única que pudo tener a su alcance. Con ese bagaje formativo y el enfoque político, social y conceptual que aportaba el socialismo se sumergió en la tarea de encontrar el modelo más adecuado de ciudad para el nuevo tiempo que se vivía en la Unión Soviética y con sus reflexiones publicó en 1930 el libro ‘Sotsgorod- El problema de la construcción de ciudades socialistas’ donde desarrollaba sus ideas. El editor de la Enciclopedia Soviética, N. Meshcheriokov, escribió el prólogo del libro.


Portada de 'Sotsgorod - El problema de la construcción
de las ciudades socialistas'

Los vínculos entre la propuesta urbanística de Milyutin y la emergente ideología socialista se introducían a través del enfoque con que debería ser realizada, la forma en que debía ser habitada y sus objetivos finales: había una planificación completa de la economía social y se controlaba la construcción y la ubicación de las áreas industriales y sus zonas residenciales contiguas buscando las soluciones que se estimaban más racionales y eficaces; además, se abogaba por viviendas colectivistas (a diferencia de los países con sistemas capitalistas, donde la economía tenía su núcleo básico en las familias y en los individuos), bajo un diseño que se pretendía sirviera sólo a los intereses de los trabajadores que vivirían en ellas y no a los intereses de los empresarios.
Desde 1928 Milyutin presidía la comisión soviética para el planeamiento urbano y colaboraba con los teóricos Moisei Ginzburg y Mikhail Okhitovich. Esta colaboración resultaría decisiva en sus planteamientos. A grandes rasgos la idea de ciudad que desarrollaba en ‘Sotsgorod’ se asemejaba a una propuesta des-urbanista de ciudad lineal elaborada con anterioridad por Mikhail Okhitovich. Sin embargo, Okhitovich acotaba su ciudad entre dos bloques industriales mientras que Milyutin no limitaba el crecimiento, por lo que al menos desde un punto de vista teórico el crecimiento lineal podía prolongarse de forma indefinida, sin restricciones, a la manera del modelo original de Arturo Soria en Madrid. También resultaría decisiva la influencia de Ginzburg, cuyos trabajos de investigación en torno al urbanismo y los nuevos tipos de vivienda aportaron enfoques muy poco convencionales. Ginzburg dirigía a un grupo de jóvenes arquitectos de la escuela Vkhutemas del que surgieron ideas radicales dirigidas hacia el des-urbanismo. Planteaban abandonar las ciudades, o convertirlas en meros museos, e irse a vivir al campo. La forma de colonizar el territorio consistía en construir los nuevos edificios siguiendo un orden lineal en forma de franjas con distintos usos en torno a las carreteras, las vías del ferrocarril o los ríos. Con ello pretendían solucionar los problemas de transporte: colocaban las industrias a un lado de la vía y las viviendas, dotación y zonas verdes en el otro, de manera que para ir a trabajar bastase con cruzar caminando en perpendicular, y para ir a otro lugar tomar alguna de las vías rápidas usando un vehículo.

Plano de la Ciudad Lineal de Arturo Soria en Madrid que publicaron
en 1930 Milyutin en su libro 'Sotsgorod' y El Lisitski en 'Russland'

La corriente des-urbanista soviética tuvo en la Ciudad Lineal de Arturo Soria una fuente de inspiración y referencias fundamental, si bien no en lo que se refiere a la ideología socialista, si en lo referido a la funcionalidad, la eficiencia de las nuevas formas de transporte y su enfoque de la dicotomía campo-ciudad. En 1930 tanto Milyutin en su libro ‘Sotsgorod’, como el artista y arquitecto ruso El Lisitski en ‘Russland’,  incluyeron planos de la experiencia madrileña presentándolos como un modelo a seguir para el desarrollo de las nuevas ciudades socialistas en la Unión Soviética. La idea que Arturo Soria había expuesto por primera en 1882 resultó sumamente inspiradora para Milyutin y los des-urbanistas, y sin duda la pretensión de “ruralizar la vida urbana y urbanizar el campo” encajaba a la perfección con las inquietudes de los experimentadores soviéticos. Aunque el automóvil apenas existía a finales del XIX, la propuesta madrileña, basada en un moderno corredor de transporte (ejemplificado en el tranvía) y viviendas unifamiliares, se había mostrado eficaz y funcional y mediante la Compañía Madrileña de Urbanización (CMU) había logrado ejecutar más de cinco kilómetros a las afueras de Madrid siguiendo el modelo teórico. Por tanto, los des-urbanistas soviéticos tenían ante sus ojos un ejemplo, construido y en pleno funcionamiento, que plasmaba gran parte de sus ambiciones.
Milyutin realizó proyectos de ciudad lineal como modelos ideales de la nueva ciudad socialista para varios lugares, entre los que destacan el de Magnitogorsk y el de Stalingrado, u otros menos conocidos como el de la ciudad de Nizhni Novgorod.

Propuesta de ciudad lineal socialista para Nizhni Novgorod de Milyutin

El caso de Magnitogorsk fue especialmente sintomático del auge y popularidad de los planteamientos de la ciudad lineal. En el concurso que propuso el gobierno soviético para el trazado de la ciudad se recibieron varias propuestas con este enfoque entre las que sobresalían la de Leonidov y la de Milyutin, aunque finalmente el encargo fue confiado al arquitecto alemán Ernst May y su equipo de Frankfurt.

Propuesta de ciudad lineal socialista para Magnitogorsk de Milyutin

La actual ciudad de Magnitogorsk, situada al sur de los montes Urales junto al cauce del río Ural, comenzó siendo en 1929 un pequeño asentamiento industrial para la extracción de mineral de hierro. Sin embargo, bajo el impulso del  Primer Plan Quinquenal de Stalin (1928 - 1932) creció rápidamente y fue necesario ordenarla adecuadamente, motivo por el cual se convocó el concurso. Milyutin optó por un planteamiento lineal en forma de franjas paralelas con distintos usos tomando como referencia el eje del río. Empezando por la franja más cercana al río, las zonas eran: zona verde, zona de viviendas, zona verde (como protección frente a los ruidos, olores, etc, de la zona de trabajo), zona industrial o de producción y, finalmente, franja de tránsito y transporte (donde se ubicaban las carreteras y vías férreas). La franja destinada a viviendas incluía además diversos servicios: abastecimiento de alimentos y otros productos, los equipamientos culturales y también los educativos. Por otra parte, en la zona verde se incorporaban los equipamientos deportivos.
La suerte no sonrió a la propuesta de Magnitogorsk, pero esa fue sólo una más de las muchas variantes de ciudad lineal socialista que elaboró Milyutin. En su libro ‘Sotsgorod’ de 1930 usó también el trazado lineal para la planificación de una nueva ciudad satélite en torno a la fábrica de tractores de Stalingrado. En este caso el eje de referencia era el río Volga y a partir de él se generaban seis franjas paralelas con los distintos usos en el siguiente orden: una franja dedicada a uso agrícola, zona de parque y deportiva, zona residencial compuesta por instituciones colectivistas y con un área juvenil aparte con escuelas y guarderías, zona verde (incluyendo una autopista), zona industrial (con centros de educación e investigación) y, finalmente, una zona ferroviaria. El mayor inconveniente quizás era el desaprovechamiento del río como medio de transporte para la industria, al colocar la franja industrial relativamente lejos, de manera que se confiaba esa tarea únicamente al ferrocarril. Parece que prefirió primar el río para los usos lúdicos y relacionados con la agricultura. En cualquier caso, la propuesta no llegó a construirse y quedo relegada a un plano puramente teórico.

Propuesta de ciudad lineal socialista para Stalingrado de Milyutin

Milyutin perfeccionó y elaboró numerosas propuestas basándose en la concepción básica de la Ciudad Lineal de Arturo Soria, con las adaptaciones propias del enfoque ideológico socialista (sin duda influido también por las ideas del urbanismo social de la Ciudad Industrial de Tony Garnier) y de las mejoras tecnológicas. Aunque ninguna de sus propuestas se ejecutó su influencia en el urbanismo teórico fue notable y sus contactos con Le Corbusier causaron gran impresión en el suizo que ya había experimentado con las disposiciones lineales en Río de Janeiro y que en la década de 1930 profundizaría con la ciudad lineal industrial de Zlin o el Plan Obús de Argel.

El urbanista soviético moriría en 1942, poco después de obtener al fin el título de arquitecto por el Instituto de Arquitectura de Moscú, sin ver realizada su utopía de ciudad lineal socialista, pero dejando su legado urbanístico para la posteridad.

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